Como padres educadores podemos ver la importancia que el juego tiene en el aprendizaje de los niños. Jugando adquieren lecciones que de otra forma no tendrían la oportunidad de experimentar y entender. El juego; sobre todo en las edades más tempranas y en mi personal opinión, debe ser parte de un serio plan educativo que tenemos para nuestros hijos. No tan solo el juego organizado como lo son los de mesa que también son muy beneficiosos en algunas edades, sino también el juego libre en el que el niño tiene la oportunidad de repetir y aplicar a su manera las lecciones que ha entendido.

Las imitaciones forman parte de ese juego, y todos los niños lo juegan. Al usar los zapatos de papá, el mandil de mamá, la bufanda del hermanito mayor, los niños nos dejan ver un pedacito de su mundo y sus inquietudes. Después de leer un libro, de ver una película o programa que los impresionó, el recurso que les permite expresarse es muy regularmente el mundo de los disfraces.

Nuestra familia guarda un baúl con disfraces que compramos al terminar el "halloweeen" (aunque no lo celebramos) en las tiendas que tienen especiales y baratas. La familia, amistades y ventas de garaje son otros recursos que utilizamos para agregar a nuestro baúl nuevos implementos. Tenemos máscaras, gorras, vestidos, sacos, corbatas, pedazos de telas, herramientas de plástico, etc etc. La lista es ilimitada y dependerá de los padres el usar la creatividad para llenar el baúl. En estas fotos, los modelos aparecen mostrando nuestras últimas adquisiciones.
¿Cómo jugamos?
Aquí en casa todos jugamos (incluyendo a mamá), despejamos todos los muebles, sacamos un biombo para los cambios, espejo, y todos los disfraces y cosas que guardamos en el baúl los ponemos sobre la mesa para que la selección sea más fácil. (¡El bebé también juega!). Tenemos desfiles de modas, dramas, comedias, actuamos escenas de películas, etc.

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