¡De Viaje, Si! ¿A la Ciudad? ¡Noooo!

Pues no es sino hasta ahora que puedo sentarme un rato para escribir sobre nuestro reciente viajecito.
Resulta que mi querido esposo decidió cancelar la conferencia que tenía planeada y en su lugar nos llevó de viaje con el propósito de dedicarnos su atención total. Debo decir que de todos la más contenta fuí yo, y nos preparamos para un viaje en donde la prioridad fué el disfrutar juntos. Por supuesto, esto no hubiese sido posible si nuestros hijos tubiesen que ir a una escuela en donde la flexibilidad y las prioridades familiares no son posibles; de esto nos dimos cuenta cuando en la carretera encontramos los autobúses escolares repletos con niños medio dormidos y de mal humor.

Esposo y yo planeamos la renta de una cabaña en las montañas. Sin TV, acceso a internet, o alguna de esas "comodidades" que tragan nuestra atención. Llevaríamos con nosotros la casa de campaña para meternos en la noche y contemplar las estrellas. Hacer fogatas y rostizar bombones con chocolate y galletitas de canela estaba también en los planes. Y... simplemente escuchar los sonidos de los animales nocturnos.
Cocinar sobre las brazas era también mi intención, aunque las cabañas sí tienen estufas,quería experimentar un poco.
Las bicicletas, pelotas, y nuestros instrumentos de ciencias naturales nos harían compañía en la parte trasera de la camioneta(incluído un microscopio que compramos a un precio fabuloso).
Como siempre, a la hora de la verdad, y platicar con los chicos sobre los destinos que les interesarían más, nuestros planes tubieron que cambiar drásticamente.

Como siempre, y de nueva cuenta, nuestro destino fué la gran ciudad, el acuario y el zoológico. ¡Grrr!

Así que recordando que todo tiene que ser primeramente propicio para la educación voluntaria e informal, decidimos postergar nuestro viaje al bosque, para sustituirlo por el smog, la gente y los automóbiles. Lo bueno es que aprendimos mucho, tengo que aceptarlo. Aquí en la foto se puede ver, al final de la hilera de edificios en la derecha, el Acuario. (ese que parece una pirámide de cristal).