Por la riqueza de su vocabulario y juego de palabras, las fábulas son un corto y conciso recurso educativo para implementar la filosofía de Charlotte Mason.....siempre y cuando uno no se ocupe de hacer mención alguna sobre la moraleja de la historia y permita que los chicos hagan contacto directo con el autor, aunque tome más de 3 fábulas al principio.

CM instruye a los educadores a no "masticar" el material por el niño, pero dejar que él coma a su propio ritmo y descubra la riqueza que tan solo él puede "masticar" y "saborear".
No se trata de *saber* el material como uno se aprende las tablas de multiplicar, se trata de hacerlo suyo a nivel más íntimo e individual interpretándolo por sí mismo.

335 Fábulas de Esopo
.
Fábulas de Samaniego.

4 interesantes comentarios

  1. Silvia Amador // lunes, marzo 23, 2009 5:09:00 p.m.  

    Mil gracias Yenia, ya marque los sitios.
    Un abrazo!

  2. paloma // viernes, marzo 27, 2009 8:32:00 a.m.  

    Una pregunta Yenia ¿cuándo les lees la Biblia también te abstienes de hacer más comentarios, sacar aplicación para la vida etc...? Es que los míos quieren entenderlo todo y a veces intento "traducirla" a nuestro día a día...

  3. Educando en Familia // miércoles, abril 01, 2009 6:10:00 p.m.  

    Hey Silvia,

    Fabuloso. Tenemos pendiente eso de los clasicos de la literatura. En cuanto este mas libre me comunico!

    Paloma,
    En lo que puedo me abstengo. Nuestra intencion por ahora es tan solo tener conciencia de la cronología y los sucesos más importantes. Sarah de 10 lee directamente de la Escritura y hasta ahora no ha tenido ninguna pregunta. A Caleb de 5 le leo de un libro para niños con vocabulario no muy simplón, y algunas veces pregunta, pero cuando yo soy la que cuestiona sobre las motivaciones de alguna persona, o alguna información implícita en la lectura, me sorprende con comentarios e interpretaciones propias muy inteligentes.

  4. Monica // lunes, abril 06, 2009 11:38:00 a.m.  

    Muchas gracias por los enlaces. Me gustaba leer las fábulas de Esopo y son de buen tamaño para niños pequeños como el mío.

    Yo también leo la Biblia con mi hijo, y no le doy explicaciones. Utilizamos una versión normal, y a veces leemos en Inglés, pero no me ha pedido explicaciones todavía. Lo que parece interesarle es en qué libro estamos, por lo que le hice un libro (en un álbum de fotos vacío) con el nombre de un libro en cada página.