¡Que presión!
En 2003 mi hija cumplió 5 años, la edad en la que los niños de la localidad experimentan su "Primer Día de Clases". La familia, aunque con disimulo, estaba pendiente de todos nuestros movimientos. Todos sabían de nuestra intención de educar en familia, pero habíamos prometido considerar todas las posibilidades (dentro de ellas un colegio privado) teniendo como primordial apuro el proporcionarle a nuestra valiosa primogénita lo mejor, siendo realistas por supuesto.
En el año de 2003 mi hija no experimentó su Primer "Día de Clases", ni en el 2004, ni en el 2005 o 2006. Mi hija tiene 7 años y nunca ha asistido a la escuela. Nuestra decisión de educarla en familia ha sido retomada cada año con más determinación. ¿Por qué? Porque funciona excelentemente para ella y para nuestra familia.
Las expresiones de nuestros conocidos cuando se enteran de que educamos a nuestros hijos en familia varían. Todos se sorprenden. Muchos preguntan ¿Cómo puedes tener tanta paciencia? Otros tantos dicen ¡Yo nunca aguantaría tener a mis hijos en casa *todo* el día! y la que más me gusta es: ¿Y tú, no tienes tiempo para ti?
No puedo mentir, todas estas expresiones me hacen sentir muy bien. Es así como entonces quedo como la heroína de la película y mi familia les parece a todos estupenda.
Pero tengo que ser sincera ¿que no? Mi familia no es perfecta y no se necesita ninguna característica de superhéroe para educar a los hijos en familia.
La Educación en Familia requiere de compromiso, uno que se renueva y fortalece día con día y que no se encontraba ahí el día de ayer. Hay días buenos y días malos. Días de triunfos y días de fracasos. Y días en que nos sentamos a tratar de asimilar eso; que no somos perfectos, somos una familia en construcción contínua.
¡Cuidado! Familia en construcción
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Genial. Me siento muy identificada con todo esto que dices, y eso que mi hijo es aún pequeño y gran parte de la familia desconoce que lo educamos en casa. Menos mal que los apoyos, tanto en vivo como virtuales son cada vez mayores.
Cierto María.
Siempre digo; y ya parece canción, que uno de los mejores instrumentos para las familias educadoras es Internet. ¿Quien puede sacar mejor provecho que nosotros de toda esta fuente de información?
Que bueno que grupos virtuales de apoyo se ha ido formando con el fin de conversar y compartir de todo, sabiendo que aunque hablamos con personas que quizas no viven en el mismo continente que nosotros, podemos identificarnos con ellas por lo que compartimos, casi como si estubiésemos en una reunion que se lleva a cabo en la casa de la vecina.