Soy una de esas personas bien apasionadas en todo lo que hago. No tengo la capacidad de enfocarme en más de una cosa a la vez, pero cuando tengo entre mis ojos algo, no lo dejo hasta exprimirle todo lo que dé.
Así es con mi fé y así es con la Educación en Familia; dos cosas que rigen como vivo mi vida.

Envidio a las personas que pueden hacer varias cosas a la misma vez. Que sin problema pueden tener un buen balance en sus vidas. Yo no puedo, y este "problemita" trabaja tanto para mi beneficio como para causarme más problemas.

¿Que problemas? En casa, soy una madre que trabaja por etapas, no puedo mantener un plan de trabajo constante y todo lo llevo a cabo por periodos. Un periodo es el organizar los clóset, en donde limpio, arreglo, pinto, renuevo, parcho y demás. Mientras tanto en la cocina puede haber un desastre. Cuando termino con los clóset (una semana o dos), continúo con otra cosa en donde me enfoco ignorando el resto. Irónicamente, me gustan las rutinas y son algo que me causa tranquilidad y paz. Mi día esta lleno de diferentes rutinas pero al mismo tiempo caos completo. No sé como explicarlo, en fin.

Quiero mencionar tan solo uno de los beneficios que trae mi capacidad de enfoque (así es, algunas veces es capacidad y otras es problema ): la capacidad de tener visiones sobre el futuro de las cosas. Y quiero hablar ahora de una visión en particular: La Educación en Familia en nuestros países.

Esto es lo que veo:
El problema en nuestros países ya no es la falta de preparación ya que hay muchos profesionistas que con sacrificios de sus padres han logrado completar sus carreras profesionales. Sin embargo; estos profesionales se "topan con pared" al momento de enfrentarse a un mundo cruel que les había prometido que si tan solo recibían una educación profesional, sus vidas mejorarían grandemente. Pero, la realidad es que la mayoría de las veces no importa la preparación, en nuestros países no hay trabajo y cuando lo hay no es bien pagado, aún con todos los estudios que se puedan tener.

La Educación en Familia puede ser el elemento que haga que las escalas cambien su inclinación.

Hasta ahora tan solo los poderosos habían tenido la oportunidad de aprovechar los beneficios de una educación personalizada que permitía resaltar sus aptitudes, haciendo posible que desde muy pequeños los niños supieran cual era el llamado para sus vidas, especializándose a temprana edad y disfrutando el proceso. Y mientras tanto, a los que no tenemos dinero, nos preparan para ser instrumentos de producción en campamentos de endoctrinación masiva (públicos, y con disfraz de privados) eliminando nuestras personalidades, deseos, ideas, sueños, aptitudes, visiones, deseos de hacer algo bueno por la triste humanidad.

Es por eso que ahora, las familias que nos hemos atrevido a pensar diferente, a soñar con algo mejor para nuestros hijos, somos atacadas por los nuestros. Otros pobres que como nosotros, crecieron para producir, pero que a diferencia de nosotros, no han podido ver que tan hondo hemos caído y que increíblemente fuerte es el control bajo el cual nos encontramos.

¿Ven? No se trata de ser s o b r e n a t u r a l m e n t e inteligente, se trata tan solo de ser uno mismo en lo más posible. Estamos todos, absolutamente todos; equipados para beneficiar de una manera u otra al mundo y a nuestros vecinos, lo único que tenemos que hacer es descubrir nuestro llamado y fomentar nuestras aptitudes, sueños, ideas, visiones, etc. Es todo.

¿Y que es precisamente lo que la educación del estado hace en sus centros? Nos dice que sin su ayuda no sabemos nada, nos entrena con sus puntos de vista, nos evalúa para saber que tan bien los hemos aprendido y si no encajamos nos dicen que tenemos problemas de aprendizaje. Recibimos sus diplomas que nos permiten cumplir con las necesidades de los puestos que han sido creados para nosotros en las industrias, y nada más.

Y mientras tanto, nuestros países siguen siendo pobres, aún y cuando el analfabetismo ha sido casi totalmente eliminado. No ha habido progreso, porque entrenamiento no es lo que necesitamos, necesitamos lo que los ricos tienen, una educación que nos ayude a encontrar nuestro llamado en la vida, y el apoyo para llevarlo a cabo.

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