Capítulo 4 del libro "Por la Familia. El valor del hogar en la vida de todos" (For the Family´s sake. The value of home in everyone´s life).

Para aquellos que no habían leído los capítulos previos; este libro habla sobre como se ve la Educación con Charlotte Mason cuando es totalmente integrada en los diferentes aspectos de la vida familiar. Si desea saber más sobre la filosofía educativa de Charlotte Mason revise los mensajes bajo esa misma etiqueta.

El lugar en donde "hacemos hogar" es importante también, nos dice Susan en el cuarto capítulo. No tan solo la casa, sino el área en donde vivimos. Charlotte Mason no tan solo hizo de Lake District su lugar de residencia, sino que se enamoró de sus lagos, los montes y sus pequeños habitantes por medio de caminatas que fueron parte de una rutina que enriqueció su vida. Susan describe también su propia experiencia y su amor por las montañas de Suiza en donde se encontraba el hogar de sus padres, durante las vacaciones que disfrutaba de sus estudios en Oxford.

Hogar-Comunidad
No es tan solo el hogar, sino la comunidad de la cual forma parte ese hogar lo que hace de un lugar geográfico un sitio que se añora. Los vecinos y amigos. La congregación y la tienda de la esquina. Estas son las cosas que nos regalan ese sentido de pertenencia.

La inseguridad y el sufrimiento de una persona sin hogar o un refugiado estan presentes debido a lo que el hogar representa en la vida de un ser humano. No es tan solo la poseción material, un lugar para guardar nuestras cosas o cubrirnos de la lluvia, es mucho más.

Una de las señales más universales y establecidas de la hospitalidad es una invitación a comer. Y no se trata tan solo de la comida, pero del ambiente, de la casa, de lo que sucede antes y después de comer. De todas las implicaciones de compartir con visitantes la comida de un hogar.

En nuestros días, el mensaje de las películas, literatura y otros medios parece gritar desesperadamente en medio de alaridos que esa idea antigua de relaciones permanentes es tan solo un ideal romántico que no se da en la vida real. Los "consumidores" somos bombardeados con el paradigma publicitario: " La única manera de vivir la vida es la de preocuparnos por buscar nuestra propia satisfacción personal en todas las áreas". Trágico.

Sinembargo, el hecho es que todos somos imperfectos y nuestros hogares también pueden ser un nido de dolor, temor, rechazo, egoísmo, etc. Pero esto no quiere decir que debemos deshecharlos.
Aunque las experiencias de muchos hayan sido terribles en el hogar de su niñez, esto no quiere decir que estamos condenados a repetir la misma historia en todos los hogares o que todos los hogares son así.
El hecho de que los hogares sean formados por personas imperfectas no quiere necesariamente decir que es el concepto de hogar en sí lo que está condenado al fracaso. Un hogar es mucho más que un papá, una mamá y sus hijos. Hay suficiente evidencia material en la vida de personas que han sobrevivido los tiempos difíciles y amargos, y que al perseverar han logrado sanación, satisfacción, y relaciones con fidelidad.

El punto es que, es el hábito desastroso de "darse por vencido demasiado pronto" el que ha ganado demasiados seguidores en nuestros días. Y se sigue fortaleciendo. ¿Que le ha sucedido a la perseverancia? (Yo, Yenia, tengo una vaga idea de la respuesta a esta pregunta, jejej)

Un hogar no se puede llamar un "Hogar" si se puede disolver en cuanto se presentan problemas.

Si un hogar ha de permanecer, eso significa que hay que permanecer juntos, aún cuando todo parece perdido. Todos nos sentimos infelices algunas veces, y hasta podemos sentirnos como capturados en una trampa.
Susan corona este argumento con algo muy cierto, y que es para mí un bocado de sabiduría que debemos guardar en nuestro bolsillo para cuando se necesite:

Es difícil tratar de hablar de lo que un hogar es, sin sonar demasiado pesimista por un lado, ni demasiado romántica por el otro. ¡Siempre hay elementos de ambos!
Hogares que son lo-suficientemente-buenos son formados por personas cualquiera. No son proyectos tan solo para los excepcionales. El hogar es ese lugar de refrigerio para todos nosotros, en donde somos aceptados con todas nuestras debilidades y fortalezas.

La estabilidad y el sentido comunitario que un hogar le proporcionan al ser humano es necesario no tan solo para el bienestar del niño, pero para toda persona sin importar su edad. El Hogar es ese cómodo lugar al cual sin lugar a dudas pertenecemos. Porque es un lugar de sanidad y cuidado, es un lugar en donde aprendemos lo que las relaciones son realmente y lo que deben ser, a pesar de nuestras imperfecciones. Es tan solo con ese sentimiento de pertenencia que nos proporciona un lugar el que nos permite aprender a crecer como personas y ser creativos para resolver los problemas que nuestras imperfecciones ocasionan sin sacrificar la seguridad de nuestro hogar.
Por otro lado, hay muchos tipos de hogares. Un verdadero hogar no tiene que ser de una manera específica, la integridad de un hogar es lo importante.
Para que un hogar pueda crecer y fortalecerse (Susan lo compara a una planta) tiene que tener una raíz fuerte. Esa raíz no puede desarrollarse entre personas que trabajan para satisfacer sus propios intereses, los miembros necesitan sacrificar sus deseos individuales y pensar en la familia como una unidad.
Pero ¿Es ofrecerse por completo a los seres que amamos verdaderamente un sacrificio? No, pero tiene que ser uno conciente, que busca mantener un jardín capaz de producir frutos en las vidas de todos aquellos que forman parte del hogar y el matrimonio. Por supuesto que Aquel (se refiere a Dios) quien creó al ser humano, quien conoce mejor que nadie como "funciona", y como puede verdaderamente ser feliz en este mundo, ha ofrecido una serie de lineamientos para el bien del ser humano. Un manual para vivir.
Un hogar es un compromiso, y es terrible para los que lo forman no tener la seguridad de que el día de mañana...estará ahí.

Ninguno de nosotros busca a propósito amistades que tan solo están con uno en las buenas, todos deseamos tener la seguridad de que nuestras amistades tienen el compromiso de estar con nosotros, aún en las malas. Y nosotros buscamos ser ese tipo de amigos. Mucho más necesario es este compromiso en un hogar. Una necesidad básica de los seres humanos es tener un "lugar" en el cual "refugiarnos" cuando todo lo demás va mal. Es devastador es ver cuando los problemas hacen que las familias y los hogares se vean destruídos.

Como personas imperfectas sabemos que es totalmente irracional depender los unos de los otros en tiempos difíciles. Sabemos lo difícil que es mantener una promesa. Si descansamos los unos en los otros sin más, si creemos que la integridad de nuestro matrimonio triunfará gracias a nuestra "bondad", "aptitudes", "compromiso", estamos parándonos sobre arenas movedizas. La única base firme para la vida, en matrimonio o no, que es totalmente confiable es Jesús el Cristo. Construir un hogar en Cristo no es una "idea piadosa", que no tiene nada que ver con los problemas de la vida real, los temores, las lágrimas, o los problemas. No estamos hablando de un Jesucristo imaginario. El está realmente ahí, si se le ha invitado.

Susan termina el capítulo recordándonos que ninguna persona debe estar sola en la vida. Es parte de nuestro diseño el vivir en comunidad, y de una comunidad la base escencial es el hogar.

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