La lectura en voz alta es uno de los proyectos que intentamos convertir en una tradición familiar.

¿Los beneficios?

No tan solo la preparación para, y el amor por la lectura. La lectura en voz alta expone a los niños a nuevo vocabulario y estructuras gramaticales que seguramente utilizaran en un futuro para expresarse de manera verbal o escrita.Otro beneficio es la práctica que se obtiene en la concentración y atención a los detalles de lo que se lee. Las diferentes historias y estilos literarios que acompañan a los diferentes autores ayudan a los hijos en el desarrollo de la creatividad.
Los contenidos son importantes. Estos pueden discipar dudas y al mismo tiempo alentar a la curiosidad por saber más acerca de diferentes temas.
Por supuesto, la mente que es alimentada por ideas y situaciones expuestas por los grandes autores y que hablan al alma de los niños dan oportunidad a la imaginación. No podemos olvidarnos de el pensamiento de Charlotte Mason, las nuevas ideas que surjen de leer "libros vivos" y de contenido de calidad se multiplican en la mente que las recibe. La literatura inspira, quebranta, le habla de una manera especial al alma.

También, cuando leemos en voz alta y en familia estamos construyendo lazos afectivos atravéz de la experiencia de esa lectura compartida, además de que nos ayuda a conocernos más unos a otros. La lectura en voz alta nos da la oportunidad de platicar, reir, pensar y recordar por medio de una visita a la vida de los demás en situaciones diversas para después compararla con nuestras propias concepciones, percepciones e ideas.

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